martes, 12 de julio de 2011

Colombia, parece que molestan todos.

Dolor tras el asesinato de William Román
Esteban Vanegas | William Román fue asesinado por dos hombres al frente de su casa. Era un líder destacado en temas culturales en el corregimiento de San Cristóbal.

Dolor tras el asesinato de William Román

Dinámico, consagrado a la comunidad y como un hombre de paz describieron familiares y amigos a William Bernardo Román Flórez, líder del corregimiento de San Cristóbal asesinado en la noche del domingo en la puerta de su casa.

A la vivienda del líder llegaron dos hombres pasadas las siete de la noche del domingo y luego de hablar con él le dispararon. Román fue trasladado al hospital Pablo Tobón Uribe donde falleció cerca de las diez de la noche.

Sergio Horta Londoño, edil del corregimiento y amigo del líder manifestó su desconcierto y su preocupación.

"Era el tipo más pasivo, más social, más trabajador. Fue candidato al Concejo de Medellín en 2004. Alguien que no tenía amenazas ni problemas", recordó Horta.

Román tenía 42 años, vivía con sus padres, no tenía hijos y trabajó por mostrar la labor de los campesinos de San Cristóbal, particularmente, con el cultivo de diferentes especies de flores. Precisamente, hace poco había inaugurado el Museo de las Flores en este corregimiento.

Otro líder de San Cristóbal, que prefirió la reserva de su nombre, manifestó que conoció a Román "por el trabajo comunitario que desarrollábamos y teníamos cercanía por eso. Esto genera mucha tristeza y nos deja preocupados, nos pone a preguntarnos ¿qué está pasando con el trabajo comunitario?".

Rechazo general
Amigos y familiares señalaron que al líder no se le conocían amenazas. Frente a esto, las autoridades aún no se han pronunciado.

La Alcaldía de Medellín se pronunció a través de un comunicado y rechazó el asesinato, ofreció además una recompensa.

"Román se destacó por su liderazgo en la gestión cultural, en el desarrollo del corregimiento de San Cristóbal y su aporte a los logros de Presupuesto Participativo y últimamente, por su participación en la creación del Museo Vivo de las Flores. La Alcaldía de Medellín ofrece recompensa por la información que permita esclarecer la muerte del líder y dar con los responsables de estos hechos (...)".

Algunos ediles del corregimiento promueven una marcha hoy a las 9:00 de la mañana para rechazar el asesinato. 



'Hay mafiosos italianos viviendo en Colombia': Francesco Forgione
Hipócritas llama Forgione a los países que se prestan para el lavado de dineros de la mafia.



El expresidente de la Comisión Antimafia del Parlamento italiano dice que tienen negocios en Bogotá.

"Los hombres de la 'Ndranghteta (la mafia italiana más importante del mundo) disponen de cantidades infinitas de dinero, y desde hace años viven de manera estable en Colombia". De ese talante son las afirmaciones de Francesco Forgione, el ex presidente de la Comisión Antimafia del Parlamento italiano que recopiló toda la información de la 'Ndrangheta, la Cosa Nostra y la Camorra, en su libro Mafia Export, que ya se considera el mapa de la mafia mundial.

Hoy es un líder socio-cultural, ayer un dirigente indígena, antes de ayer un campesino que molesta a algún terrateniente, antes un trabajador afiliado a un sindicato, mañana puede ser cualquiera.. Sigue el terrible goteo de muertes. Todos estos crímenes no pueden enmarcarse dentro del inacabable conflicto armado entre la guerrilla y el poder, son crímenes que podrían llamarse de la costumbre. La costumbre que tienen ciertos individuos  a manejarse en la violencia cuando alguien se cruza en su camino de poder o de dinero. Colombia, pero también otros paises de Latinoamérica llevan años, incluso siglos teniendo que soportar ese poder abusador y criminal. Por mucho que el estado se vista de democracia, cuando los derechos no amparan a todos por igual, cuando el poder económico, político, o armado, se siente seguro de decidir sobre la vida y la muerte de todos, nadie puede decir que existe el estado de derecho, y sin estado de derecho no hay democracia. Parece una virulenta espiral que nunca va a terminar, pero que si podría terminar, sólo hace falta organización, un poder con voluntad dar fin a todo esto, y la fundación de unas sociedades nuevas basadas en una cultura nueva, donde no haya una sacralización de la fuerza, ni de la riqueza y ni del poder como valores principales, sinó que se primen otros valores que son intrínsecos en nuestras sociedades  como son el valor de la solidaridad, el valor del trabajo, y el respeto al prójimo. El problema es que muchos prefieren seguir jugando a tener derecho sobre la vida y la muerte de los demás. Siguen instalados en una cultura que es ajena a Latinoamérica, importada de los centros de poder del norte.

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