sábado, 23 de junio de 2012

Paraguay tras la senda de Honduras..


Golpe de Estado institucional derroca a Lugo en Paraguay

Con 39 votos a favor y cuatro en contra, el Senado de Paraguay destituyó al presidente del país, Fernando Lugo, por mal desempeño de sus funciones. El vicepresidente, Federico Franco, juró como sucesor para ocupar el cargo en su reemplazo.
Despedida. Fernando Lugo, presidente y exobispo católico, acepta la decisión en el Palacio de López.
Despedida. Fernando Lugo, presidente y exobispo católico, acepta la decisión en el Palacio de López.
AFP / Asunción
02:27 / 23 de junio de 2012
Tras un juicio político sumarísimo,   Fernando Lugo acató la decisión del Congreso, pero calificó esa medida de herida profunda a la democracia paraguaya, en un discurso tras su destitución. “Me someto a la decisión del Congreso”, dijo Lugo, pero “es la historia paraguaya, su democracia, las que han sido heridas profundamente”.
“Hoy me retiro como presidente, pero no como ciudadano paraguayo”, sentenció el gobernante destituido. “Que la sangre de los justos no se derrame”, pidió Lugo, que tras la breve alocución abandonó el Palacio Presidencial en un convoy de automóviles. El ahora presidente Federico Franco, 49 años y miembro del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, conservador), asumió el cargo en una ceremonia que tuvo lugar hora y media más tarde de la destitución, con aplauso y algarabía de sus seguidores.
“Es el compromiso más grande y solamente será posible con la ayuda y la colaboración de cada uno de ustedes”, dijo Franco, médico cardiólogo, después de jurar al cargo. “Vengo a expresar mi voluntad irrestricta de respetar las instituciones democráticas”, “vengo sin rencores”, manifestó.
Agregó que dialogó con “algunos” cancilleres sudamericanos que viajaron a Asunción a tratar de evitar el juicio político a Lugo y que les transmitió que el Gobierno cumplirá todas las “obligaciones internacionales”. Lugo fue destituido por el Congreso tras un juicio político del que fue notificado el jueves y que se llevó a cabo ayer en el Senado en apenas cinco horas, provocando expresiones de inquietud y condena en América.
En la plaza aledaña al edificio Legislativo, los manifestantes recibieron la noticia de la destitución con gritos de “Lugo presidente” y luego abuchearon a los legisladores que lo destituyeron. La Policía antidisturbios cargó contra partidarios de Lugo en la Plaza de Armas frente al Congreso y los dispersó.
Reacción en Sudamérica
Bolivia
Evo Morales condenó el golpe de “terratenientes” locales coludidos con el “Imperio” a distancia.
Argentina
Cristina Fernández declaró que “no convalida el golpe de Estado” y que el juicio fue “una farsa”.
Otros
Ecuador, Venezuela y Unasur no reconocen a Federico Franco.
La región condena el apresurado juicio político
La destitución de Fernando Lugo, quien fuera presidente de Paraguay desde 2008, despertó fuertes críticas por parte de líderes de países latinoamericanos, que repudian el apresurado juicio político que enfrentó el Mandatario ante el Senado por un supuesto “mal desempeño de sus funciones”.
La primera en pronunciarse en contra de lo que no dudó en llamar golpe, fue la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien estimó que “reedita situaciones que creíamos absolutamente superadas en América del Sur y en la región en general”.
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, explicó que el destituido Lugo “estaba acabando con las logias y grupos de poder, y eso siempre tiene un costo”. Asimismo, Costa Rica deploró la destitución de Lugo, “que muestra visos de golpe de Estado”, señaló un comunicado del canciller Enrique Castillo.
El  gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, reaccionó con una negativa: “Tengo entendido que ha aceptado su destitución, esto va más allá de Fernando Lugo, va más allá de Paraguay, se trata de la verdadera democracia para toda nuestra América; en consecuencia, la decisión del Gobierno ecuatoriano es no reconocer al nuevo Gobierno paraguayo”, dijo.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió por su parte que “no reconoce a este írrito, ilegal e ilegítimo Gobierno que se instaló en Asunción”.
América Latina condena la destitución de Fernando Lugo, que viene a significar la suspensión de la democracia y la derogación de la voluntad popular de pueblo paraguayo. Este golpe de estado recuerda el perpetrado en Honduras contra el presidente Zelaya justamente ahora hace 3 años. Si bien en Honduras se empleó a las fuerzas armadas para violentar la legalidad, estas se escudaron en el beneplacito del parlamento hondureño. En Paraguay no ha sido necesario emplear al ejército, aunque es de suponer que si hubiese sido necesario también se hubiese echado mano de la fuerza de los fusiles.
El golpe de Paraguay es un mal ejemplo que recuerda el pasado reciente de Latinoamérica. Cómo el de Honduras, pretende dejar claro quien tiene la última palabra en el control del poder: la oligarquía. Sería muy dramático que ahora Paraguay entrara en la senda de Honduras, donde la descomposición institucional ha dado paso a un estado de violencia irracional, en el que impera la ley de las mafias, y de los intereses económicos. En ese caso, la víctima serà el pueblo paraguayo.

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