miércoles, 21 de septiembre de 2011

Imparable espiral del crimen en México..



 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de septiembre de 2011, p. 5
Dos camionetas que llevaban al menos 35 cadáveres fueron abandonadas ayer por un comando armado frente a la plaza comercial Las Américas, la más concurrida del municipio de Boca del Río, a unos cuantos metros del Centro de Convenciones del World Trade Center (WTC), donde este miércoles dará inicio el 11 Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores y Procuradores Generales de Justicia.
Fuentes castrenses consultadas en la ciudad de México informaron que integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación habrían sido los autores de la matanza de 23 hombres y 12 mujeres, quienes presuntamente formaban parte de la organización criminal de Los Zetas.
El hecho ocurre a dos semanas de que la Secretaría de Marina informó sobre el desmantelamiento de toda una red de comunicación del cártel de Los Zetas y la captura de 80 integrantes de esa organización delictiva, y a un día de la fuga de 32 reos de los penales estatales de La Toma, Duporto-Ostión y José María Morelos.
Reinaldo Escobar Pérez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que la mayoría de los cuerpos fueron identificados y que se sospecha pertenecen a alguna célula del crimen organizado. Sin proporcionar la identidad de los cadáveres, el funcionario negó que alguno de ellos corresponda a los 18 reos que continúan prófugos, ya que los otros 14 fueron recapturados el mismo lunes.
Con el torso desnudo, maniatados y algunos mutilados, los cuerpos fueron abandonados a las 17.15 horas bajo un paso a desnivel por hombres armados que viajaban en dos camionetas Suburban negras y en dos estaquitas de redilas blancas, donde llevaban apilados los cadáveres envueltos en lonas.
Testigos dijeron que al menos 15 sicarios que viajaban en las Suburban bloquearon el carril sur-norte del paso a desnivel, frente a la plaza comercial, justo enfrente al monumento a los Voladores de Papantla, para permitir que las otras dos unidades fueran estacionadas y sus choferes descubrieran los cuerpos y dispersaran algunos en el suelo antes de huir en los dos primeros vehículos.
Sobre una de las camionetas de redilas los hombres armados colocaron una manta con un mensaje que no fue difundido por las autoridades, ya que fue retirada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Armada de México que acudieron al lugar y acordonaron la zona, además de desplegar un operativo en busca de los autores del multihomicidio en toda la conurbación Veracruz-Boca del Río, así como en las salidas a Jalapa, Córdoba, Alvarado y la región de La Mixtequilla.
En la zona se produjo un caos vehicular, pues decenas de unidades quedaron varadas con el bloqueo. Algunos automovilistas que presenciaron la acción captaron imágenes con sus teléfonos celulares y cámaras fotográficas, aunque otros, los más cercanos a la escena, bajaron de sus vehículos y huyeron por temor a que se produjera una balacera.
El lugar donde abandonaron los cadáveres es conocido como Zona Dorada de la conurbación Veracruz-Boca del Río, que en la década reciente tuvo un auge en la apertura de hoteles de cinco estrellas, plazas comerciales, restaurantes y también el centro de apuestas Caliente, además del Centro de Convenciones del WTC.
El procurador de Justicia estatal, Reinaldo Escobar Pérez, reportó que elementos de la Dirección de Servicios Periciales de la PGJE recogieron y trasladaron al servicio médico forense de Boca del Río los cuerpos, la mayoría de los cuales fueron identificados y se puede acreditar que pertenecían a “células de la delincuencia organizada. Se ha confirmado, a través de Plataforma México, que todos tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades tales como secuestro, extorsión, homicidio y narcomenudeo”, especificó el funcionario. La agencia segunda del Ministerio Público inició la averiguación previa 843/2011, precisó.
Por otra parte, en la ciudad de México, Juan Marcos Gutiérrez, subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, precisó que los datos que se tienen son suficientes para estimar que se trata de un tema entre grupos de la delincuencia organizada y que el gobierno federal ofrecerá su ayuda para reforzar losoperativos.
Francisco Blake Mora, titular de Gobernación, fue informado de los sucesos cuando encabezaba el primer encuentro de funcionarios con la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas. De inmediato, abandonó el encuentro para acudir a una reunión muy importante, según dijo.
A su vez, la Procuraduría General de la República inició un acta circunstanciada y señaló estar a la espera de que las autoridades estatales soliciten su intervención para participar en las investigaciones o identificación de las víctimas.

México, es de todos sabido, vive desde hace un lustro una espiral de violencia de niveles sólo comparables a una guerra civil. Para encontrar situaciones similares tendríamos que retroceder a principios de siglo XX, con la Revolución Méxicana y la reacción de los poderes agrarios y económicos que ocasionó en su contra.
La decisión del gobierno de Felipe Calderon sacar el ejército a la calle, el cual patrulla todos los rincones de México desde hace cuatro años. Su presencia en medio de las grandes ciudades, o en infinitos controles en las carreteras y medios de transporte, no ha hecho más que agudizar la violencia. A estas alturas es imposible creer que esta violencia sólo es fruto de bandas bien organizadas de delincuentes, o mafias ligadas al narcotráfico. Los mejicanos tienen claro ya que esta violencia esta intimamente imbricada con los poderes económicos legales y con el estado.
Parece que una de las posibles soluciones al problema sólo podría venir de la mano de cambios sociales y políticos profundos en los que una mayoría, ahora testigo pasivo, cuando no víctima inocente de esta guerra, se implicara impulsando estas transformaciones. Quizás la palabra seria refundación del estado o una neo-revolución.
La verdad es que tal como estan las cosas y el cariz que estan tomando, no sería descabellado pensar que México puede convertirse en un estado fallido, en el que las instituciones acosadas sean sólo una mínima expresión de una entelequia llamada unidad nacional. Mientras la realidad convierta el país en una atomización de intereses y poderes locales o regionales.  Y cuando aquí hablo de poderes locales y regionales no me refiero al sentido de autodeterminación local de los pueblos y razas de México, me refiero a poderes controlados por oscuros intereses económicos o semi-feudales.

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