domingo, 18 de septiembre de 2011

Intentos de equilibrar las desigualdades..


Uruguay: Mujica defiende tributo al agro, rechazado por propietarios


El proyecto busca limitar la concentración de tierras mediante un impuesto a las propiedades de más de 2.000 hectáreas.

Imagen de Uruguay: Mujica defiende tributo al agro, rechazado por propietarios
El presidente uruguayo, José Mujica, defiende el proyecto -AP
El presidente uruguayo, José Mujica, defendió ayer el proyecto que busca crear un impuesto a las propiedades de más de 2.000 hectáreas, para limitar la concentración de tierras, que fue duramente criticado por la Asociación Rural del Uruguay (ARU).


"Yo soy el responsable intelectual de pedirle a la gente fuerte de mi país que ponga algunos pesos (...) estoy convencido de que pueden y deben, porque la gran propiedad tiene responsabilidad social", afirmó Mujica en su discurso en la clausura de la edición 106 de la Expo Prado, principal feria del agro del país.


El proyecto prevé un gravamen anual de unos ocho dólares por hectárea a las extensiones de tierra entre 2.000 y 5.000 hectáreas; de unos 12 dólares por hectárea para las propiedades entre 5.000 y 10.000, y de unos 16 dólares por hectárea para las superiores a las 10.000, en todos los casos con un índice Coneat (que mide la calidad del suelo), superior a 100 o equivalente.


Por su parte, el presidente de la ARU, José Bonica, sostuvo que, de aprobarse el nuevo impuesto, este tendría "un efecto neutro en el mejor de los casos, o si no negativo, va a acentuar la concentración (de la tierra) si existiera".


"Es un impuesto que va a trascender a los productores que van a pagar (...). Afectará al país entero porque va a ser un cambio en la reglas. Y cuando hay un cambio sólo ganan los especuladores", añadió Bonica.


El proyecto, ideado por el Poder Ejecutivo y enviado para su aprobación al Parlamento en agosto, afectaría a menos de 1.500 de los más de 50.000 productores que tiene el país y se prevé que recaude unos 60 millones de dólares anuales que serían destinados a obras de acceso o caminería rural.


Mujica fue el orador principal del evento debido a problemas de salud que impidieron que el ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, fuera -como es tradicional- el encargado de cerrar con su discurso la exposición.




Los impuestos a los más ricos son el único camino posible para la redistribución de la riqueza. Tradicionalmente en muchos paises, y especialmente en Latinoamérica, los ricos han sido reaccios a cualquier compensación por sus enormes privilegios. Intocables todavía en muchos aspectos y en muchos paises de la región, en el pasado fueron aliados de la desestabilización y el golpismo. La renuncia de una gran parte de la izquierda latinoaméricana a la expropiación, nacionalización y socialización de los bienes de los grandes propietarios, hacendados o industriales, ha propiciado un programa de mínimos para sostener los estados democráticos y de derecho, compensando el libre mercado sin control. Eso por un lado ha estabilizado las naciones, pero ha frenado inicialmente la totalización de la igualdad económica. A pensar ello, intentando vencer las corrupciones y propiciando las tasas de crecimiento productivo y de consumo, sumado a la aplicación de políticas impositivas, tímidas en algunos casos, pero efectivas, se han dado indudables pasos adelante en nuestras naciones. Los índices de pobreza han ido disminuyendo de forma notable, aunque ciertamente el periodo expansivo de la economia mundial ha ayudado a ello. La izquierda latinoamérica ha intentado aprovechar estas circunstancias para avanzar en la redistribución de la riqueza a través del fomento del cooperativismo, y la inversión pública en obras y bienes de caracter público y social.


Pero el avance no es completo si no hay pasos siguientes. En el caso de Uruguay, el gobierno del Frente Amplio, presidido por Pepe Mújica, hombre de principios intachables, larga trayectoria de lucha social y política, y firme defensor de la humildad en el ejercicio de los cargos públicos. Notorio en el desarrollo del discurso político e intelectual, propone que quienes se benefician de la principal fuente de riqueza de Uruguay, la ganaderia y la agricultura, contribuyan al enriquecimiento de la sociedad uruguaya aportando al camino de la redistribución y equilibrio económico. 


La beligerancia del sector, o poder agrario y ganadero, se puso de manifiesto recientemente en Argentina con el paro agrario y el bloqueo de carreteras y mercados, en un pulso contra la presidenta Cristina Fernández para evitar la materialización de un impusto similar al que ahora pide Mújica en Uruguay. Esperemos que en la República Oriental, el gobierno de izquierdas del Frente Amplio, consiga sin graves problemas materializar este impuesto, como un paso más de los que esta dando Uruguay en el camino de equilibrar el nivel de riqueza de toda la sociedad.

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