lunes, 5 de diciembre de 2011

La fuerza del campesinado indígena contra el estado y las multinacionales..

Estado de emergencia en Perú por las protestas contra la minería

Por considerar que existe una “situación de perturbación de la paz y el orden interno”, a raíz de las violentas protestas antimineras, el presidente Ollanta Humala declaró el estado de emergencia en cuatro provincias del norte. Esta medida implica el control militar de la zona y la suspensión de garantías constitucionales.
Imagen de Estado de emergencia en Perú por las protestas contra la minería
En Cajamarca la huelga se mantiene, pero con menor intensidad - AFP

El presidente peruano Ollanta Humala declaró el estado de emergencia en cuatro provincias de la región Cajamarca (norte) por un plazo de sesenta días, donde se cumple una huelga por tiempo indefinido desde hace once días, según lo anunció en un mensaje al país.


"En cumplimiento de disposiciones constitucionales anuncio la declaración del estado de emergencia en las provincias de Cajamarca, Celendín, Hualgayoc y Contumaza que se hará efectivo a partir de las 00H00 horas del 5 de diciembre", afirmó el mandatario.


El estado de emergencia implantado en esa región, 850 km al noreste de Lima, implica el control militar de la zona y la suspensión de garantías constitucionales, como la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión y el derecho de libre tránsito por el territorio del país, entre otros.


Humala dijo que "actualmente no existen las condiciones para que las garantías de las personas sean respetadas en Cajamarca" y que por ello "existe una situación de perturbación de la paz y el orden interno".


Argumentó que el gobierno tiene la obligación de garantizar la vida y la tranquilidad de las personas, restablecer los servicios básicos de educación y salud, y hacer que se respete el libre tránsito y la propiedad privada y pública".


Humala, un ex militar de 49 años, subrayó que el gobierno enfrenta "la intransigencia de un sector de dirigentes locales y regionales" y "no se ha logrado alcanzar acuerdos mínimos que permitan que retorne la paz social y los servicios públicos".


El primer ministro Salomón Lerner, junto a tres ministros, representantes de la Iglesia Católica y de la defensoría del Pueblo, viajaron a Cajamarca y "agotaron todos los caminos a fin de establecer el diálogo para resolver el conflicto en democracia", precisó.

“AGUA SÍ, ORO NO”



Desde el 24 de noviembre, bajo el grito de guerra "agua sí, oro no", Cajamarca realiza una huelga contra el proyecto minero Conga, de la estadounidense Newmont, que prevé una inversión de 4.800 millones de dólares y que supone secar cuatro lagunas para proceder a la extracción de oro y cobre.


El proyecto prevé hacer un trasvase de aguas y construir cuatro lagunas artificiales para garantizar el agua a la región, pero la población señala que eso significará la destrucción del ecosistema de lagunas de Cajamarca y les quitará sus fuentes de agua necesarias para la agricultura y ganadería.


Ante las protestas, la empresa suspendió a principios de semana el proyecto, a pedido del gobierno, para bajar la tensión social que amenazaba desbordarse.


¿DIÁLOGO ROTO?


Sin embargo, las conversaciones que emprendió Lerner ayer fueron infructuosas. "Hemos venido para lograr el entendimiento entre todos los peruanos, para que con el diálogo podamos entendernos. No con la violencia", dijo el primer ministro antes de entrar a la alcaldía de Cajamarca, donde se reunió con el presidente regional, Gregorio Santos y alcaldes regionales.


Lerner intentó despejar el recelo de los manifestantes por la posición del gobierno a favor de la minería y expresó: "Queremos paz y desarrollo, queremos decirle a todo Cajamarca que tenga confianza en el gobierno de Ollanta Humala".


En los exteriores de la alcaldía, ante un numeroso contingente policial, se concentraban al menos 500 manifestantes que se oponen al proyecto minero.

“AGUA Y ORO”



El gobierno apuesta por la fórmula "agua y oro" y podría proponer un nuevo estudio de impacto ambiental sobre el proyecto, defiende la actividad minera, que con el 60% de las exportaciones nacionales es la locomotora de la economía peruana.


En Cajamarca la huelga se mantiene, pero con menor intensidad, como producto de una tregua virtual.


La policía desbloqueó el sábado carreteras que estaban cortadas con troncos y piedras, y los piquetes de huelguistas permitieron el pase de vehículos para evitar la posibilidad de desabastecimiento de alimentos y combustible.

http://observadorglobal.com/estado-de-emergencia-en-peru-por-las-protestas-contra-la-mineria-n35717.html

Los campesinos indigenas estan cansados de recibir siempre la peor parte, desde los tiempos del colonialismo español, hasta el estado de hoy que muchas veces se convierte en una erramienta de las multinacionales. Para muchos no es fácil de entender que unos pueblos sigan defendiendo sus tierras y su forma de vivir, porque no entienden que la alternativa que se les ofrece es la explotación, o la inmigración de unos territorios ancestrales, que a causa de la depredación de las multinacionales pasan a ser lugares donde la vida ya no es posible, no sólo de los seres humanos, sinó también de cualquier tipo de vida animal o vegetal. Las compañias mineras dejan las tierras y las aguas contaminadas con productos químicos que utilizan para tratar el oro. En el caso que nos ocupa, es mucho peor, esas compañias pretenden desecar unos lagos que son esenciales para los pueblos del lugar. Parece que en Latinoamérica siempre se repite la misma historia, la que fielmente reflejó en su libro: "Las venas abiertas de América Latina", Eduardo Galeano.  Compañias foráneas llegan para explotar las riquezas mineras o naturales, y cuando estas se agotan, dejan el territorio arrasado, en decadencia, un lugar donde ya es imposible volver a establecer el equilibrio social, económico y cultural de antaño. Cuantos lugares uno puede encontrar en Latinoamérica que fueron centros de expolió de riquezas, y hoy dormitan en un halo de pobreza perpétua. Contra esto luchan hoy los pueblos de la región de Cajamarca. Y todo tiene que ver con el aumento del valor del precio del oro en el mundo, que ante la crisis mundial se ha convertido en materia de explotación y refugio de capitales. Es la eterna ambición del capitalismo occidental que como siempre, prefiere ahogar en sangre a quienes se oponen a su ideología depredadora.

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