miércoles, 16 de noviembre de 2011

Brasil todavía tiene muchos temas pendientes..


La mitad de los brasileños ganan menos de 160 euros al mes

La renta mensual del 10% más rico equivale a más de tres años de trabajo de los situados en 10% más pobre

Las políticas sociales y salariales del ex presidente Luiz Inazio Lula da Silva y su sucesora, Dilma Rousseff, han sacado de la miseria a 28 de los 194 millones de habitantes de Brasil. Pero las desigualdades siguen siendo sangrantes. Según los datos del censo de 2010 publicados ayer por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la mitad de los ciudadanos del enorme y hoy caro país iberoamericano recibió ese año un máximo de 156 euros al mes.
Mientras el salario medio se sitúa en 500 euros mensuales, la renta media per capita –contando a los ciudadanos de todas las edades, trabajen o no- se limita a 278 euros. Si el 50% de la población recibió menos de 156 euros, el 25% no llegó a los 80 euros.
Tales cifras chocan con la imagen de progreso cosechada por el país en los últimos años, y son especialmente llamativas cuando se comparan con las de las rentas más altas. Frente a los 57 euros mensuales que como promedio perciben los brasileños situados en la franja del 10% más pobre (salarialmente hablando), el 10% más rico disfruta una renta media de 2.227 euros: es decir, 39 veces superior a la de aquellos. Esto significa que los brasileños más desfavorecidos tendrían que trabajar tres años y tres meses para juntar el salario mensual de los más privilegiados.
Y es que ese 10% más pobre rinde sólo el 1,1% de la masa salarial del país, contra el 44,5% que se lleva el 10% más rico. Dentro de este último grupo, el 1% con mayores rentas gana de media 6.900 euros al mes.
Las desigualdades son igualmente enormes entre sexos, razas y habitantes de las zonas urbanas y rurales. Los hombres ganan un 42% más que las mujeres; los blancos, aproximadamente el doble que los negros e indígenas; y si la mitad más pobre de las zonas urbanas tiene una renta de 173 euros, la de la misma franja de las áreas rurales no pasa de 70 euros.
Las estadísticas sobre acceso a la educación y a infraestructuras básicas tampoco son halagüeñas. Aunque la tasa de analfabetismo en la población de más de 15 años bajó del 13,6% del año 2000 al 9,6% del 2010, el índice alcanza el 28% en los municipios con menos de 50.000 habitantes del rezagado Nordeste. Y si bien la proporción con saneamientos adecuados subió en el mismo periodo del 56,5% al 61,8%, en las poblaciones con menos de 5.000 almas no llega a un tercio del total.
Si la riqueza se mide en ingresos y dotaciones para la mayoría, queda claro que Brasil sigue siendo una nación pobre.
Menos de 160 euros, de 200 dólares o de 380 reales brasileños al mes es un sueldo muy bajo y más teniendo en cuenta el aumento del coste de la vida en Brasil estos últimos años. La mayoría de esta población esta al margen del consumismo o del credito que en estos tiempos hace furor en las grandes ciudades brasileñas. Sin embargo, a pesar de encontrarse al margen de un nivel de vida que comporta el acceso a múltiples comodidades, su situaciòn en muchos casos no es de extrema pobreza, ya que tienen acceso asegurado a la alimentación, a la educación y a la sanidad. En paises como Brasil es importante tener en cuenta la economía no comercializada, es decir que al margen de la economía oficial, los precios de tiendas y comercios, existe una economía de intercambio y acuerdo, una economía no regularizada que opera con precios más bajos. Eso hace que los salarios bajos no sean tan dramáticos como el estudio del incremento de los precios y nivel de vida puede denotar. A pesar de ello, es innegable que una gran parte de la población brasileña vive ajena a los grandes exitos de la economía del su país.

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