miércoles, 2 de noviembre de 2011

En busca de los emigrantes desaparecidos..


JUNTO A HONDUREÑAS Y SALVADOREÑAS

MÉXICO / EFE

Madres nicas buscan en México a hijos desaparecidos

La Caravana de Madres buscando a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito está integrada por madres procedentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua

Madres nicas buscan en México a hijos desaparecidos
Mujeres centroamericanan muestran las fotografías de sus familiares migrantes desaparecidos en México, durante una reunión celebrada este lunes en el Congreso del Estado de Tabasco, como parte de las actividades de la Caravana de Madres buscando a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito. EFE / END


Una caravana formada por más de 30 madres de indocumentados centroamericanos desaparecidos comenzó ayer un recorrido por México, en el que pedirán la creación de un mecanismo de búsqueda efectiva de sus seres queridos en este país.
La Caravana de Madres buscando a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito está integrada por madres procedentes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, que llegaron ayer en autobús a Tenosigue, en el estado mexicano de Tabasco.
“El eslogan es: ‘Sigo tu huella con la esperanza de encontrarte’. Son madres que vienen a buscar a sus hijos desaparecidos”, y a los de otras que no participan, dijo a Efe Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano, MMM, una ONG mexicana.
Ayer recorrieron el tramo Tenosigue-Villahermosa, capital de Tabasco, para dirigirse posteriormente a otros estados costeros del Golfo de México (Veracruz y Tamaulipas), agregó el activista.
Mañana dos de noviembre estarán en San Fernando, población donde en agosto de 2010 aparecieron asesinados 72 indocumentados centro y sudamericanos, una matanza atribuida a Los Zetas, uno de los grupos criminales más violentos de esta zona de México.
Allí recordarán que los indocumentados también “son víctimas de esta ‘guerra’” lanzada por el presidente Felipe Calderón contra las organizaciones criminales en diciembre de 2006, con la participación de miles de soldados.
En los días siguientes la caravana se dirigirá hacia el interior del país (Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro, estado de México y el Distrito Federal), para después encaminarse hacia el sur (Oaxaca y Chiapas), donde terminarán el séptimo recorrido por México de madres de desaparecidos, dijo Figueroa.

Cuatro nicas
Aparte de pedir por casos particulares, las madres centroamericanas; 28 hondureñas, cuatro de Nicaragua y una de El Salvador, solicitarán a sus interlocutores mexicanos “implementar un mecanismo oficial de búsqueda con el que se encuentre a los migrantes”, explicó.
También exigirán “una política de respeto a los derechos humanos de los migrantes”, y medidas para prevenir nuevos casos de secuestros y desapariciones.
Al ser la inmigración un fenómeno global, no se debe olvidar que los migrantes “somos parte de los ‘indignados’ en el mundo”, comentó
el activista.
En los últimos años, a los tradicionales problemas que los indocumentados enfrentan con las autoridades al cruzar México rumbo a EU, hay que sumar los asociados con la proliferación de grupos del crimen organizado por varios estados de México, especialmente en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.
La presencia de la delincuencia organizada ha hecho más arriesgado el cruce de los “sin papeles”, que en ocasiones han sido perseguidos para pedir rescates a sus familias o para tratar de que engrosen por la fuerza las filas de las organizaciones criminales.
Además del MMM, han organizando la caravana la Red de Comités de Familias de Migrantes (Red Comifa) y la Pastoral de Movilidad Humana, ambas de Honduras.
Apoyan la iniciativa de denuncia otras ONG como Amnistía Internacional, AI, y la fundación alemana Médico Internacional.
La caravana está, además, supervisada por personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, CNDH, un organismo público autónomo con funciones de Defensoría del Pueblo, que vela por que los integrantes de la misma no sean víctimas de abusos en su recorrido.

Esta es la otra cara de la inmigración, que como un regero de sangre sube desde Latinoamérica hacia los Estados Unidos, ese camino puede ser un via crucis, no sólo por las fronteras y controles que se deben atravesar quienes lo transitan, sinó porque estos ciudadanos del sur pierden su nacionalidad y sus derechos, se convierten en fáciles presas de la violencia; mafias o cuerpos policiales deciden sobre la vida y la muerte. Y con la muerte deciden borrar las huellas de sus crimenes y de la existencia de sus víctimas. Este drama sólo terminará el día en que se imponga una sola justicia, una sola ley, y una única igualdad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario